1.1.2 PROCESO
DE ADQUISICIÓN DEL CONOCIMIENTO
También llamado procesos del pensamiento. El conocimiento
es un proceso de interacción sujeto-objeto y sociedad.
El objeto cobra sentido cuando el sujeto mediante su
práctica se pone en contacto con él.
Comúnmente interactúas con una infinidad de objetos,
tienen sentido para ti en cuanto les das uso, esto es, actúas sobre ellos. Por ejemplo,
si vas a comprar pintura, eliges el lugar que tu (sujeto) consideras que es el más
adecuado; imagina que tu familia te recomienda un lugar idóneo para comprar lo
que necesitas y es el centro, pero, además, los medios de comunicación influyen
en ti para que vayas a determinado centro comercial, y te recomiendan que los
mejores productos son de determinadas marcas: en este sentido, existe todo un
cúmulo de influencias sociales que determinan tus compras (relación sociedad).
Finalmente, llegas al centro comercial de tu elección, y
decides comprar pintura color violeta
(objeto).
Varios estudios se han hecho sobre el tema. Tal es el
caso de Jean Piaget y algunos de sus seguidores, quienes investigaron sobre el
desarrollo de la inteligencia en el niño con el fin de comprender cómo el
humano construyen el conocimiento.
Para dar respuesta a estas interrogantes retomaremos la
teoría de la psicología genética de J. Piaget. Para él, el conocimiento es un
proceso que se inicia en la infancia. El sujeto al relacionarse con el objeto
esta mediado por la “acción” mental o
física, la práctica que es el factor esencial para la comprensión del proceso
del conocimiento. Esta acción no sólo la produce el sujeto en forma interna,
sino que está generada por el entorno social.
Los objetos, las cosas, tienen significado especial o específico según el
contexto en que se dan.
El sujeto utiliza ciertos instrumentos de adquisición de
conocimientos; esos mecanismos tienen el carácter de ser internos, son
“estructuras cognoscitivas” de pensamiento.
Estas serán utilizadas dependiendo del desarrollo físico e intelectual
del sujeto.
Para que se dé el conocimiento y para que se desarrolle,
tendremos que mencionar una categoría central, la de “equilibrio”.
Se entiende por equilibrio, al estado transitorio que
cierra el proceso de asimilación y acomodación generando un nuevo conocimiento,
y que tendrá que romperse para permitir la construcción de conocimientos más
complejos.
El conocimiento es un proceso, una construcción continua
que tiende a incorporar elementos innovadores que lo hacen más consistente y
permiten al sujeto relacionarse mejor con la realidad, a partir de estados
sucesivos de desequilibrio-equilibrio.
Cabe aclarar que existe desequilibrio cuando hay
necesidad, es decir un desajuste emocional, fisiológico o cognitivo que sufre
el sujeto cuando está ante una situación o un problema nuevo ya sea fuera de
nosotros o en nosotros. De tal manera
que se requiere de un reajuste de la conducta por medio de la acción. La acción termina en cuanto las necesidades
están satisfechas, es decir, cuando el equilibrio ha sido restablecido. Esto implicará futuras necesidades, y así
encontramos un proceso infinito.
Al buscar el equilibrio estamos adaptando, asimilando y
acomodando nuevos conceptos para poder resolver situaciones continuamente.
Revisa el siguiente esquema el cual muestra la
organización del proceso del conocimiento de acuerdo a las estructuras
variables según J. Piaget.
Recordemos que la actividad mental se organiza en
estructuras variables. Para Piaget éstas se encuentran agrupadas en dos niveles
de desarrollo. En los siguientes apartados, revisa en que consiste cada uno de
ellos: Nivel senso-motor y el Nivel lógico-matemático.
El sujeto posee la capacidad de conocer a partir de
estructuras simples (percepciones) para construir estructuras de conocimiento
complejas (abstracciones lógico-matemáticas), que le permitan comprender
adecuadamente la realidad.
Si partimos de las acciones senso-motrices más
elementales (como empujar, tirar, etc.), y después vamos a las operaciones
intelectuales más complejas, que son acciones interiorizadas o realizadas
mentalmente (jerarquizar, relacionar, etc.), nos podemos dar cuenta que el
conocimiento está unido a operaciones o acciones, es decir, a transformaciones.
En consecuencia, ya que el proceso de conocimiento no se puede aislar del
desarrollo de la inteligencia, tendremos que preguntarnos:
¿Cómo pasa un sujeto de
un estado de menor conocimiento a un estado de mayor conocimiento?
Esto puede corroborarse de una manera más palpable cuando
al interior de una familia podemos establecer comparaciones entre los
comportamientos o actitudes observadas de hermanos de edades diferentes. O
bien, un niño en primer grado de primaria que intelectualmente tiene la
disposición para sumar, pero aún no se le puede exigir -en ese momento- que
realice una ecuación, aunque potencialmente este por lograrlo.
El desarrollo intelectual -ya lo hemos señalado- es un proceso de cambios estructurales que
llevan al individuo o sujeto de etapas intelectuales simples a etapas cada vez
más complejas.
“Desarrollo de la Inteligencia”
Piaget afirma que este desarrollo intelectual que lleva a
cabo un sujeto comprende seis: “Etapas” o períodos cognoscitivos, mismo que tienen una propiedad secuencial
(continua), es decir, que aparecen en un orden fijo de sucesión porque cada uno
es necesario a la evidente formación del siguiente. A continuación revisa en qué consiste cada periodo:
I. “Primer
periodo de los reflejos”
II. “Segundo
periodo de los primeros hábitos”
III. “Tercer
periodo de la inteligencia práctica”
IV. “Cuarto
periodo de la inteligencia intuitiva”
V. “Quinto
periodo de las operaciones intelectuales concretas”
VI. “Sexto
periodo de las operaciones intelectuales abstractas”
Cuando la inteligencia se distingue del pensamiento. La
primera implica dar respuesta por parte del sujeto a un problema reciente o
nuevo, coordinando de manera adecuada los medios que posibilitan un resultado
(fin), al cual no se tiene acceso de forma inmediata (siendo captado de modo
directo por la inteligencia senso-motriz), en
la segunda, el pensamiento es una especie de simbolismo, imágenes
mentales o representaciones que no parten de una acción directa.
Los períodos siempre aparecen en el mismo orden de
sucesión, lo cual podría llevarnos a suponer que esto depende de algún factor
biológico, tal como la maduración; sin embargo, esto no hace más que abrir
camino a construcciones posibles.
Sería un error considerar la sucesión de dichos períodos
como resultado de una predeterminación innata (que se nace con ella y, por
tanto, no es aprendida), dado que toda secuencia entraña una construcción
novedosa y continua.
Así, por ejemplo, el adelanto o retraso intelectual
depende del ambiente concreto (ambiente económico, político, social, cultural,
educativo, etc.), donde se desarrolla el sujeto. Esto explica en mucho el por
qué tenemos conductas diferentes los seres humanos, no obstante que
pertenecemos a una misma especie. O incluso, en una misma sociedad, depende de
la ubicación, ventajas y desventajas, que tengamos al interior de ésta para
señalar nuestro ámbito de comprensión.
Así pues, se distinguen en el desarrollo intelectual del
niño tanto el “aspecto psicológico” o “espontáneo”, que es el desarrollo de la
inteligencia en general, así como el “aspecto psicosocial”, que es todo aquello
que se recibe desde afuera: herencia social transmitida por la interacción
familiar, escolar, etcétera.
En consecuencia, el desarrollo cognoscitivo del sujeto no
esta impuesto ni por la maduración, ni por la presión del medio, sino está en
función de la interacción de ambas.
Hasta aquí podemos señalar lo siguiente:
Existen diferentes modelos que definen la relación que se
da entre el sujeto, el objeto y la sociedad. Estos son: el mecanicista y el
idealista-subjetivo; el primero propone que es el objeto activo y el sujeto
pasivo; esto es, el objeto crea conocimiento en el sujeto. En el segundo, la
sociedad determina al sujeto para que éste mediante su conocimiento, transforme
al objeto, y el tercero es el modelo objetivo-activista; el cual sitúa al
sujeto, al objeto y a la sociedad en interacción recíproca.
Jean Piaget explica la construcción del conocimiento. En
su teoría plantea que la “acción” es el aspecto esencial para la construcción
del conocimiento, la cual se efectúa entre el sujeto y el objeto. Así, el
sujeto al relacionarse con los objetos (y el mundo social) va construyendo sus
estructuras cognoscitivas y pasando por constantes periodos de
“equilibrio-desequilibrio” para “adaptarse” progresivamente al medio que le
rodea. el individuo paulatinamente va
“organizando” sus estructuras a partir de un proceso de
“asimilación-acomodación”.
1.1.3 TIPOS DE CONOCIMIENTO
Conocimiento
Intuitivo
Es aquel conocimiento que utilizamos en nuestra vida
cotidiana y nos permite acceder al mundo que nos rodea, de forma inmediata a
través de la experiencia, ordenando en hechos particulares, es decir, tratando
de relacionarla con algún evento o experiencia que hallamos vivido y se
relacione con lo que estamos apreciando.
Nos permite resolver problemas, reaccionar a estímulos,
nuevos obstáculos y situaciones inéditas.
Es un conocimiento que se adquiere sin la necesidad de
emplear un análisis o un razonamiento anterior.
Algunos ejemplos de este tipo de conocimiento:
Saber cuándo una persona está feliz.
Saber cuándo una persona esta triste.
En general, saber cuándo una persona presenta diversos
estados de ánimo (soledad, nerviosismo, llorando, felicidad, agrado, desprecio,
necesidad de amor, etc.).
Las estaciones del año.
Conocimiento Religioso
Es aquel que nos permite sentir confianza, certidumbre o
fe respecto a algo que no se puede comprobar.
Se basa en un tipo de creencia que no se puede demostrar
de forma real, pero permite llevar a cabo determinadas acciones.
Gracias a este conocimiento, muchas personas sienten
confianza para actuar y relacionarse con los demás.
Se pueden mencionar como ejemplos los siguientes:
El inicio de la vida con Adán y Eva
Religiosamente, Jesucristo es un ser que fue enviado por
el espíritu santo a la tierra; filosóficamente es un ser humano que fue muy
humilde y sabio.
Dios creó el universo en 7 días. Básicamente creer en lo
que la biblia dice.
Los rituales que se presentan en diversas culturas y
tienen en cuenta un ente más allá de todo.
Conocimiento Empírico
El conocimiento empírico se refiere al saber que se
adquiere por medio de la experiencia, percepción, repetición o investigación.
Este tipo de saber se interesa por lo que existe y sucede, no se interesa en lo
abstracto.
Es la experiencia que se tiene del medio natural, se
produce a través de nuestros sentidos y de la manera en cómo se percibe la
realidad.
A este tipo de conocimiento corresponderían los
siguientes ejemplos:
Aprender a escribir.
El conocimiento de idiomas solo es posible si se los
practica de manera escrita y además si se escucha a personas hablando.
Reconocer el color de las cosas. Es por medio de la
experiencia y aprendizaje inconsciente que nos han inculcado nuestros padres.
Aprender a caminar o andar en bicicleta, manejar un vehículo,
etc.
Conocimiento filosófico
A través de la historia de la humanidad, la necesidad por
conocer lo que es el hombre, el mundo, el origen de la vida y saber hacia dónde
nos dirigimos ha sido una gran inquietud. Las respuestas se han ido acumulando y
han surgido muchas más preguntas.
Es aquel razonamiento puro que no ha pasado por un
proceso de praxis o experimentación metodológica para probarlo como cierto.
Un par de ejemplos:
Todos somos filósofos en alguna parte de nuestras vidas,
en cierto momento, desde escribir una carta de amor, una canción; hasta una
larga reseña de lo que es la vida.
El pensamiento filosófico no se limita a opiniones ni
argumentos comprobables o sometidos a un análisis metodológico.
Conocimiento científico
Es apoyado por una suposición y su comprobación, que
siguió un método riguroso y que sus conclusiones son objetivas, esto es,
independientemente de la voluntad o subjetividad de las personas que participan
en el proceso de investigación.
El conocimiento científico se apoya de la investigación,
analizar, buscar una explicación factible, reconocer y recorrer un camino para
llegar a largas conclusiones.
Ejemplos:
Observar detalladamente un fenómeno, generar una teoría y
buscar una explicación mediante un análisis. Poner a prueba esa teoría y
comprobar los resultados.
La tierra gira en torno al sol.
Los antibióticos atacan efectivamente las enfermedades.
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